Algo que comparten nuestras dos ciudades anfitrionas, Valencia y Viena, es el gusto por la bicicleta. Desde hace poco más de dos años, Valencia se suma a la lista de ciudades europeas que ofrece la bicicleta como medio de transporte urbano.

Austria, Holanda, Dinamarca o Francia son países de larga tradición en el uso de la bicicleta como medio de transporte. En España y concretamente en Valencia, su fomento constituye una novedad de los últimos años.

Por esta razón, la ciudad está todavía en proceso de aprendizaje: ahora, las abuelitas valencianas aprenden a no pasear por el carril bici, los autobuses aprenden a no pisar el acelerador cuando se acerca un ciclista y los conductores a ceder el paso a las personas en bicicleta.

A pesar de los problemas típicos de un sistema nuevo,  la red automatizada de alquiler de bicicletas – llamada Valenbisi – representa una gran posibilidad de transporte pensada, especialmente, para las personas que realizan trayectos cortos o para las que desean ahorrar un poco de dinero.

El respeto por el medio ambiente, la rapidez en el alquiler y devolución de las bicicletas, la libertad, el cuidado de la economía familiar y de la salud personal son algunas de las ventajas de este nuevo sistema de desplazamiento.