Hace unos días vimos en nuestro curso de conversación (nivel B2+) el cortometraje Cocote (historia de un perro) del realizador valenciano Pacheco Iborra. La cinta que ha ganado ya el Premio del Público en el West Nordic Interntional Film Festival y el premio al mejor actor en el FIBABC (Festival Iberoamericano de Cortometrajes ABC) no deja indiferente a nadie. Remueve estómagos y conciencias. Este tipo de cine es, sin duda, una necesidad social. Una base no solo para la construcción de relatos narrativamente magníficos y técnicamente perfectos, sino también una base para la construcción de un espacio común en el que hombre y animal establezcan la relación de respeto que se merecen. Un gran objetivo que quizás algún día logremos si todos ponemos un «Cocote» en nuestra vida.
Es posible ver el vídeo directamente en la plataforma Vimeo.
Después del visionado de Cocote, en la clase surgió un interesante debate sobre la situación de los animales domésticos en Austria y sobre la falta de conciencia social en España. Además, preparamos algunas preguntas para el director y – como tenemos la gran suerte de ser excompañeros y amigos en la lejanía del Facebook 😉 – este gran profesional accedió a dar respuesta a todas nuestras inquietudes. Aquí van:
- ¿Cuál fue el motivo principal por el que rodaste este cortometraje?
Mi mujer tiene una protectora de animales. Asociación Cuenta Conmigo se llama. Cada año rescatamos entre 400 y 500 perros a los que buscamos casa dentro o fuera de España. Supongo que eso ha agudizado con los años mi sensibilidad hacia estos temas. Cuando leí la historia de Maupassant quedé sobrecogido. A mí no me interesa el cine cuando busca agradar o entretener. Me puede gustar o entretener, como a todos, pero no es el cine que me interesa. Yo creo que la gente recuerda una película cuando la película le emociona. Los emociones, bien sean positivas o negativas, son lo que dejan poso en el espectador. En este caso es un final muy duro, pero, como digo, el objetivo no era agradar, era emocionar.
- En cuanto al montaje, ¿tuviste la intención de producir a través de los lugares sentimientos opuestos?
Por supuesto que sí. Pero, además, quería dar la sensación de que en un entorno rural la vida tiene otro tempo muy alejado del que vivimos en las ciudades y del tempo frenético al que nos ha malacostumbrado el cine de hoy. La idea inicial era destacar que Paco se siente mejor en soledad que rodeado de gente. El personaje de Paco en el cuento original es una especie de hombre para todo, en la adaptación es un encargado de las cuadras. Este cambio era para potenciar que suele estar rodeado de animales y que está mas a gusto con los animales que con las personas.
Como curiosidad os contaré que yo tengo 4 perros. En lugar de pasearlos por mi casa, todos los días los cargo en el coche y me los llevo al monte o a un río que hay a media hora. El paseo suele durar cerca de dos horas. Suelo hacerlo después de trabajar, y os aseguro que ese es mi mejor momento del día. No sé si la sensación es de libertad, pero de paz seguro. Probablemente sean las dos cosas.
- Nos conmovió mucho el regalo del jefe a su hija… ¿quiere este hacer sufrir a Paco o simplemente ni lo piensa?
Yo no creo que quiera hacer sufrir a Paco. No, porque no creo que le preocupen los sentimientos de Paco. Va más bien encaminado a destacar esa idea de que hasta para ser perro hay clases.
Hay un símbolo en el corto, cuando el señor llama a la niña para que entre en casa. La niña deja un muñeco que lleva en la mano en el suelo y queda ahí, entre los pollitos. Por un momento vemos eso, el muñeco y los pollitos juntos. Para esta inocente niña, ese cachorro no deja de ser un juguete más. Los adultos regalamos mascotas a nuestros hijos, pero al final es necesaria la responsabilidad del adulto para su cuidado.
- ¿Por qué es importante para la historia que la perra no sobreviva?
Tened en cuenta que es una adaptación. En el cuento la perra, aunque de otra manera, también muere. Para mí es importante el final de la historia porque creo que los finales felices no remueven conciencias. Sé que este final hiere la sensibilidad de mucha gente, y lo siento, pero lo que se ve en el corto ocurre en España todos los años en febrero cuando termina la temporada de caza. Los motivos son mucho peores. Paco, en mi historia , no es más que un pobre hombre que considera que no le dejan otra salida. Sin embargo, en febrero en España aparecen galgos ahorcados en los puentes simplemente por eso, porque termina la temporada de caza. Si tenéis estómago para buscar en Internet, encontraréis un montón de imágenes terribles sobre esto.
- ¿Con qué intención cambiaste el final del cuento original?
En el cuento original el personaje de Paco arroja a la perra a un río para que se ahogue. Tiempo después el señor le hace organizar un picnic para su familia en el río con la mala fortuna de que la corriente le acerca hasta donde está el cadáver de la perra en descomposición. Sinceramente, no sé qué final es más duro. Yo creo que éste último es además más desagradable. Pero la adaptación requería pasar de Francia a la España profunda. Y en España, como ya he comentado, aparecen muchos perros muertos ahorcados. Esto me permitía añadir ese componente de denuncia que de la otra manera no hubiese estado presente.
- ¿Se pretendía eso precisamente: hacer reflexionar a la gente sobre una problemática actual, sobre la situación de los animales domésticos en España?
España tiene un serio problema con el tema del abandono animal. No está nada perseguido y está mal legislado. Yo mismo, cuando estaba haciendo fotos en la perrera para su difusión, he visto llegar a gente y entregar ahí a sus perros. Firman una renuncia y ya está. Es importante que entendáis que no es lo mismo una perrera que una protectora. Ahora os pregunto yo. Es evidente que en vuestro país hay una conciencia social que aquí ni existe. Pero, ¿qué tipo de medidas se aplican para evitar estas cosas?
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