TEXT 2 – HISTORIA DEL CINE LATINOAMERICANO
Para los cinéfilos, estudiar el cine latinoamericano es una gran oportunidad de conocer su historia, su cultura y sus valores.
En México se hizo la primera representación cinematográfica en 1896 frente al presidente de la República, el General Porfirio Díaz. A partir de ese momento el cine fue en ascenso hasta convertirse en una gran industria importante. Los políticos de entonces vieron en este nuevo arte una herramienta para difundir sus ideas y hacer campañas políticas. El gobierno utilizaba las grabaciones para documentar los grandes eventos. Hoy en día se cuenta con muchas imágenes que relatan acontecimientos de esos tiempos, incluso parte de las guerras. Los protagonistas de la Revolución Mexicana dieron al cine un papel importante en este conflicto político y económico.
En Argentina, también fue en 1896 cuando se hizo la primera exhibición cinematográfica. Argentina presenta algunas particularidades como la realización del primer largometraje mundial de animación en 1917 llamado “El Apóstol” o, también en ese año, la creación precisamente por parte de una mujer, la actriz Emilia Salen, de la primera Academia Cinematográfica Argentina. En Buenos Aires el cine gozaría de prosperidad en sus comienzos y se mantendría en los años treinta gracias al retrato espontáneo y fresco de sus barrios y su gente. Con la llegada del cine sonoro, la incipiente industria argentina se convirtió, con más de treinta estudios y casi cuatro mil técnicos y actores, en el más importante centro de producción de la lengua castellana, realizando en 1939 la cantidad de 50 films.
En Cuba fue en enero de 1897 cuando se hizo la primera demostración pública del cinematógrafo de los hermanos Lumière. Al poco tiempo se rodó la primera película breve Simulacro de incendio. Luego se sucedieron algunas filmaciones breves de distintos tipos hasta llegar en 1913, el primer largometraje cubano. Sin embargo, la falta de infraestructura industrial era absoluta y los pocos que intentaron levantar una producción autóctona se vieron obligados a emigrar. En los años siguientes, se consiguió estabilizar la producción en unos cinco largometrajes anuales, la mayoría musicales o melodramas sin demasiado valor artístico.
Cualquiera de estos tres países siguió con sus producciones pasando por buenos y malos momentos, pero hoy en día continúa con la industria en vigencia. Cada una de estas naciones aportó mucho a través de sus films a la cultura cinematográfica. Pero fue en 1967 cuando un director chileno, uno cubano y otro argentino se unieron para organizar el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de Viña del Mar. De esta manera por primera vez se encontraron cineastas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, México, Perú, Uruguay, Venezuela y Cuba. Este festival es también un centro teórico y de debate en el que se plantea la importancia del cine como una expresión de identidad nacional y regional.